A la sombra de la encina Enero 2022 La prudencia no es sólo el resultado del esfuerzo humano, que se adquiere con la
experiencia y la educación. Es también un don de Dios, por eso el cristiano invoca al
Espíritu Consolador para aprender a discernir, para saber amar esa vida que hace libres
ante Dios. |