A la sombra de la encina 15 diciembre 2020 Este año, precisamente porque estamos "obligados" a algunas restricciones, tendremos más tiempo para celebrar una Navidad esencial, más espiritual. Podremos adentrarnos mejor en el gran misterio de la encarnación y del nacimiento de Jesús, podremos contemplarlo y rezarle. Podremos dejarnos amar y consolar por María, la madre de Jesús y madre nuestra.
Y, entonces, será una Navidad maravillosa. |