A la sombra de la encina 15 abril 2018 Cada creyente está llamado a ser santo, a vivir con amor y a ofrecer su propio testimonio en las ocupaciones de todos los días, allí donde se encuentre, allá donde transcurra su vida.
Es una santidad no para unos pocos "héroes" o para personas excepcionales. Es una santidad para todos y para cada uno. |